Ayün significa Amor en mapuche y es el nombre de nuestra escuela de Biodanza en la provincia de Castellón.
La historia de Ayün es una historia que tuvo su origen en dos lugares diferentes pero que, por circunstancias de la vida, coincidieron en un tiempo y lugar para dar a luz a una escuela centrada en la práctica fundamentada de Biodanza que nos lleva a acompañar a personas que quieran más felicidad, bienestar y disfrute en sus vidas.
¡Hola! Me llamo Lenny.
Hace años viví un proceso de separación y divorcio lo que me hizo sentirme bastante perdido en ese momento. Estaba en un bache emocional sin saber que hacer ni a donde ir. Me sentía solo y desubicado sin un lugar donde estar y encajar.
En ese momento de mi vida, busqué ayuda para transitar esa crisis existencial y encontré la Biodanza. Desde el primer momento, disfruté muchísimo su práctica y estaba esperando cada semana la clase con muchas ganas.
No solamente me sentía más feliz con mi vida sino que también había encontrado a personas afines a mi con las que poder disfrutar juntos. Tomé la decisión de formarme como facilitador de Biodanza para poder así ayudar a otras
personas a mejorar sus vidas.
Me titulé como facilitador de Biodanza y unos años más tarde como profesor-didacta para poder enseñar así en escuelas de formación por todo el mundo.
Busqué ayuda para transitar esa crisis existencial y encontré la Biodanza
¡Hola! Mi nombre es Sabela.
Conocí la biodanza en un momento de búsqueda. Mi pasión por la danza y mi necesidad de encontrar alguna actividad que me llenase de energía confluyeron en esta práctica.
Buscaba la pasión, sentirme totalmente dentro de algo que me llenara de vida ya que me sentía algo desmotivada y sin ganas de seguir con la inercia del vivir que en ese momento
guiaba mi cotidiano.
Mi primera sesión fue impactante. Recuerdo que pensé: “¡Esto es lo que necesito!”.
Pronto empecé la formación de Biodanza y encontré una super tribu de gente que también buscaba las ganas intensas de vivir.
Como educadora, esa era mi profesión, Biodanza me daba la templanza para estar fuerte emocionalmente en el trabajo con adolescentes en situación de riesgo. Como persona, gran desarrollo humano: estados de felicidad, de aceptación y armonía.
El primer instante que pisé mi escuela de formación, supe que algún día sería mi momento: Tendría mi propia escuela, quería ser multiplicadora social, compartir todo lo que había aprendido y que otros pudieran evolucionar con esta práctica al igual que lo hice yo.
Mi primera sesión fue impactante. Recuerdo que pensé: “¡Esto es lo que necesito!”
Cuando finalmente los caminos de Lenny y Sabela se juntaron, entendimos el valor de nuestros viajes personales para ayudar a otros a mejorar sus vidas.
Sabíamos que habíamos hecho nuestra, una práctica que realmente permite traer más felicidad y armonía a nuestras vidas. Nos enamoramos de Biodanza porque Biodanza nos ayuda a transformarnos, no desde el análisis de los problemas o preocupaciones, sino desde el permitirnos fluir con la vida integrando cuerpo, mente, sentimientos y emociones.
Por eso nosotros dos juntos con un gran equipo de otros facilitadores profesionales de Biodanza hemos creado Ayün, una escuela en la provincia de Castellón que acompaña a quienes quieren implementar la práctica de la felicidad en sus vidas usando como vehículo la Biodanza.
Desde entonces, Ayün se ha convertido en un lugar de transformación y crecimiento humano para todos los que quieren disfrutar de sus vidas.
