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Biodanza e Inteligencia Afectiva: Soy más que mis pensamientos

Biodanza e inteligencia afectiva: Soy más que mis pensamientos.

La tendencia a racionalizar todo no es sana. Puede llevarte a grados inmanejables de indecisión y mantenerte en un nivel de preocupación que afecta tu salud física, emocional y mental.

Cuando te obsesionas con un pensamiento, tu mente crea tantas opciones y escenarios que se te hace muy difícil tomar una decisión, lo cual puede llevar a paralizarte e impedirte pasar a la acción.

Tal y como explica David Spiegel, director del Centro para el Estrés y la Salud del Hospital Stanford Health Care, en California: “A veces, preocuparse por el problema es mucho peor que el propio problema”.

Cuando piensas demasiado y te estresas por ello, el organismo produce cortisol, la conocida hormona del estrés. Si su liberación se mantiene constante en el tiempo, el organismo llega a un estado de agotamiento y desgaste que finalmente afecta a la salud.

“Es como conducir el coche llevando una marcha incorrecta. El motor seguirá trabajando, pero no llegarás muy lejos”, agrega Spiegel.

Pero, no siempre la razón es la protagonista. ¿Sabes que cuando tomas decisiones no sólo está actuando tu inteligencia racional?

La teoría de las inteligencias múltiples, propuesta en 1993 por el Dr. Howard Gardner, profesor de psicología en Harvard, establece que la vida humana requiere del desarrollo de varios tipos de inteligencia que van más allá de «ser listo» o » mentalmente ágil”.

Gardner ha logrado identificar hasta 8 tipos distintos de inteligencia localizadas en diferentes áreas del cerebro, cada una de de las cuales engloba una serie de habilidades necesarias para afrontar los desafíos de la vida. 

Relacionada con la inteligencia intrapersonal e interpersonal, surge el concepto de inteligencia emocional. Daniel Goleman, psicólogo y periodista estadounidense se refiere a ella como “la capacidad de reconocer las emociones, tanto propias como ajenas y gestionar una respuesta frente a ellas”.

Muy cercana a la inteligencia emocional e incluso a veces definida de la misma manera, está la inteligencia afectiva.

Sobre este último concepto Rolando Toro, psicólogo y antropólogo chileno creador del Sistema Biodanza, aporta una visión ética que permite diferenciarlas.

“La inteligencia afectiva sería la inteligencia puesta al servicio del amor, de la felicidad y de la alegría de vivir.” (R. Toro)

Esto trasciende la tradicional visión de la inteligencia emocional como un conjunto aséptico de habilidades que se pueden utilizar tanto para objetivos benefactores como dañinos, por ejemplo, un vendedor que se aprovecha de tus necesidades o un líder que somete a su pueblo.

“La inteligencia emocional es una inteligencia de astucia, no de amor” dice Rolando Toro.

Reconocer y desarrollar muchas de estas múltiples inteligencias, y en especial, la afectiva y emocional, es posible con la práctica regular de Biodanza.

Este sistema de desarrollo personal favorece la apertura a estados más sensibles, con menos barreras defensivas, donde poder percibir las emociones, aceptarlas, regularlas e integrarlas.

Se utiliza la música, el movimiento y situaciones de encuentro grupal para profundizar en el autoconocimiento y desarrollar diversas capacidades humanas en un entorno seguro y cuidado.

Así, la práctica regular de Biodanza permite alcanzar progresivamente una mejor calidad de vida. 

¿Quieres regular mejor tus emociones y sentirte mejor?

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Verónica Raga & Sabela Martínez

Artículo desarrollado como parte de la Metodología Beyond por Lenny Lencina.

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